Comienza octubre y en el mercado son pocos los que
confían en las nuevas medidas monetarias.
"Podrá retrasar la suba del
dólar en algún momento, pero no va a cambiar el rumbo", pronosticó un
avezado operador que sacó la conclusión tras diálogos con sus principales
clientes.
La Argentina está muy dolarizada. Por eso puede responder a
preguntas tan contradictorias como la de los que se asombran por los
restaurantes llenos los fines de semana o de los lugares de vacaciones en los
fines de semana largo.
Hoy la Argentina es barata en dólares y eso
favorece a los argentinos que nunca dejaron de comprar dólares como forma de
ahorro y a los turistas.
Para los que desde hace tiempo vienen apostando al dólar y
no se deslumbraban con las tasas de Lebac, hoy la Argentina es 50% más
barata.
El 27 de diciembre pasado, el entonces presidente del Banco Central Federico
Sturzenegger, junto al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el jefe de
Gabinete, Marcos Peña, anunciaron una baja de la inflación para 2018 a 15%,
gesto que acompañaron una reducción de dos puntos de la tasa de interés de
referencia, que la colocó en 27% anual, y un cálculo de un dólar que iba a
estar en poco más de $ 20 a fines de 2018.
Ese hombre que gasta en dólares, después de haber visto esa
escena, sigue más leal que nunca al billete norteamericano. Valió la pena
no dejarse encandilar por las tasas durante 2017. Desde aquel día el dólar
subió 115% y se espera que termine el año 150% arriba. La tasa de interés más
que duplica la de aquel momento y la inflación triplica lo anunciado.
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